Años de contemplacion absoluta en un mundo relativo, me llevaron a una dimensión irestricta con abominaciones mentales cuya naturaleza era insospechada de actos irreales, tal vez un momento para inercia mental hicieron que las neuronas estallaran en exitacion extrema ante las imágenes inapropiadas nacidas de actos impuros, pero fue más allá de un sueño desencadenado por ataduras pesadillas, traídas del más allá, que llevaron a la codicia de mis deseos desenfrenados de la existencia. Solo fue un momento de lucidez en la locura estricta con palabras encadenadas por un capricho de un subconsciente atrapado en la cabeza por un loco absurdo lleno de idioteces mundanas acumuladas en años de estudio sobre la vida recorrida en segundos interminables y finitos de existencia.
Ese era yo, sentado en la incoherencia de mis actos vacíos de cualquier credulidad, pero llenos de mentiras que se repetían y retumbaban en mis oídos sordos de ser. Ese era yo, un ente sin caricias ni sentimientos un ser que solo existia en un estado inconsciente y vegetal atado a un suelo que no solo te sostiene sino que atrapa cada vez más profunda en las raíces de esta rutina que nos trae cada minuto quemado y desgastado en el tiempo….