Por: Daniela Daza
Si algo bueno trajo la pandemia, fue la reestructuración de pensamientos muy arraigados, uno que quiero resaltar va de la mano con el funcionamiento de la sociedad, sociedad que se pensaba, giraba en torno a lo meramente tangible; La pandemia no solo vino a “encerrarnos” sino también a cambiar nuestros pensamientos, a repensar nuestro paso por el mundo y la huella que queremos dejar, porque qué mejor huella que no haber dejado huella, pero esto no lo quiero generalizar ni conflictuar, solo lo quiero emplear para esta problemática específica que le atañe a todas las personas.
Cuando digo que seria muy bueno no dejar huella, me estoy refiriendo explícitamente a la contaminación, si miramos unos siglos atrás, dentro de mi ignorancia pienso que no hay huella de contaminación de las tribus que habitaban estas tierras, claramente no pienso comparar las condiciones de vida de las personas porque son muy distintas, pero sí pienso que sería muy bueno empezar a no dejar huellas de contaminación, para esto quiero mostrarles una tienda que se encuentra en Tunja, Boyacá a un par de cuadras del puesto de salud centenario, la cual ofrece venta de granos de la canasta familiar, generando impacto en el bolsillo y en los plásticos de un solo uso, que ya no serían necesarios porque solo seria llevar un tasa y recargar los granos que necesites, si esto se implementara en todos los productos, tal vez ya no sacaríamos basura 3 veces a la semana si no 1.
Daza, D. (2022) Tunja, Boyacá