Elaborado por: Daniela Daza Estudiante de la UPTC

En la provincia Guanentina, se encuentra uno de los pueblos más bonitos y emblemáticos de Colombia, Barichara, quien se hace conocer como el pueblo que se detuvo en el tiempo, queda a solo 30 minutos de la capital turística de Santander, un kilómetro antes de llegar, se puede disfrutar del ostentoso paisaje que nos presenta un pueblo al final de la montaña, lleno de colores y arquitectura colonial, del mismo modo limita con un abismo que se le denomina mirador el “salto del mico”, un lugar donde toca hacer fila para tomarse una foto, lo bueno es que actualmente acceder al mirador no tiene costo, el sitio carece totalmente de seguridad, solo hay una cuerda, la cual no supera los 10 cm de altura en algunos trayectos, las personas dirigen su mirada al precipicio pero no dimensionan el riesgo.

La hotelería es muy clásica y emblemática de la riqueza cultural de los  “patiamarillos”, término que se le acuña a las personas nativas de la región, derivado de la coloración amarilla de las tierras que se pega en sus pies, gracias a la connotación que se le ha venido dando, la concentración turística está presente todo el tiempo trayendo beneficios económicos a la comunidad.

En cuanto al agua se puede decir que es un recurso limitado en esta zona, la energía eléctrica tiene una particularidad y es que va subterránea, método que le permite conservar a las casas su estructura antigua, por su parte los locales o negocios en su interior, tienen mezclas de decoración y estructura, compuestas por un lado de paredes de tapia pisada, techos en teja de barro y por el otro de pisos con cerámica de diseños y colores actuales; esto es solo una parte de lo que transmite Barichara, no lo leas, vívelo.