• Mié. Feb 5th, 2025

Sin Palabras

Un semanario con Ética, valores y principios

*SOBRE TREGUAS Y PAZ-CES*

PorSin Palabras

Ene 4, 2023

Por Fabio Hipólito Mariño*

*Vocero del M-19 junto con Carlos Pizarro y la Comandancia del M19 en el proceso de dialogos y acuerdos de paz con el gobierno del presidente Baco en 1989.

Hace justo 34 años, en enero de 1988, desde las iniciativas de dialogar y buscar la paz como mandato fundante del M-19, en una decisión y comunicado firmados por la comandancia de esta organización y ratificada en una de sus asambleas o encuentros nacionales realizado en un rincón de las montañas del departamento del Cauca, el M-19 declaró, desde su responsabilidad y aportes a reconciliación y a la paz, una tregua unilateral a las Fuerzas Armadas, y al tiempo convocaba al país a luchar por la vida y la democracia, sin olvidar seguir en la guerra a la oligarquía como expresión de hegemonía que asfixiaba (y asfixia) a la sociedad colombiana.

Hoy, justo en la esquina por la que doblan los caminos de la paz o de la guerra en nuestra generación y en especial para las venideras, hablar de treguas es un asunto que se ha convertido en disculpa, por no llamarlo divertimento que, desde los fragores de la guerra y los intereses de sus accionistas, ha copado y cooptado toda clase de beneficios, en particular el económico, como el negocio de armas y el aprovechamiento de la violencia por parte de quienes detentan el poder con el manejo de las armas y del sistema del monopolio para mantenerse todopoderosos, ya sean grupos narcotraficantes o guerrilleros o de autodefensas o pandillas superiores, por llamarlos de alguna manera. entonces vale la pena preguntarnos: *¿Treguas para qué?*

Por lo avanzado del conflicto violento y el desgaste y desnaturalización de la guerra revolucionaria, no creo que las treguas sean para el fortalecimiento de los propósitos fundantes de la toma del poder; entonces, para decretar una tregua unilateral o bilateral o multilateral no puede haber otro motivo diferente al de pensar en la paz total, y ahora desde la oportunidad de cambio y de ser de este gobierno, estoy convencido, igual que hace 34 años, y luego en 1989 durante el proceso de diálogos y concertación con el gobierno del Presidente Barco *cuando tuve la oportunidad de ser uno de los doce voceros del M-19 junto con Carlos Pizarro y la Comandancia de esa organización, de promover y defender el mandato de Jaime Bateman, al entender que la paz es posible cuando se toma la decisión correcta de pensar en el país y no en los intríngulis de intereses particulares o de la propia organización que se dice representar, por cuanto la paz y el futuro son asuntos de toda la nación y no propiedad de un grupo, por importante que crea ser con sus propuestas a veces desgastadas y pasadas de moda.

Ahora, en los albores de otra negociación y diálogos, ojalá con acuerdos cercanos a la tan esquiva, como necesaria paz, este asunto de las treguas no puede ser otra coartada desde los diferentes intereses con poder, ya sea de narcotráfico y armas, o de propuestas revolucionarias, o simplemente de control territorial y desplazamientos, enlodando el ambiente de cambio, y perdiendo así la oportunidad que el país y las condiciones de desarrollo que la sociedad la humanidad están transitando.

Enero 4 de 2023

*SOBRE TREGUAS Y PAZ-CES*

Por Fabio Hipólito Mariño*

Hace justo 34 años, en enero de 1988, desde las iniciativas de dialogar y buscar la paz como mandato fundante del M-19, en una decisión y comunicado firmados por la comandancia de esta organización y ratificada en una de sus asambleas o encuentros nacionales realizado en un rincón de las montañas del departamento del Cauca, el M-19 declaró, desde su responsabilidad y aportes a reconciliación y a la paz, una tregua unilateral a las Fuerzas Armadas, y al tiempo convocaba al país a luchar por la vida y la democracia, sin olvidar seguir en la guerra a la oligarquía como expresión de hegemonía que asfixiaba (y asfixia) a la sociedad colombiana.

Hoy, justo en la esquina por la que doblan los caminos de la paz o de la guerra en nuestra generación y en especial para las venideras, hablar de treguas es un asunto que se ha convertido en disculpa, por no llamarlo divertimento que, desde los fragores de la guerra y los intereses de sus accionistas, ha copado y cooptado toda clase de beneficios, en particular el económico, como el negocio de armas y el aprovechamiento de la violencia por parte de quienes detentan el poder con el manejo de las armas y del sistema del monopolio para mantenerse todopoderosos, ya sean grupos narcotraficantes o guerrilleros o de autodefensas o pandillas superiores, por llamarlos de alguna manera. entonces vale la pena preguntarnos: *¿Treguas para qué?*

Por lo avanzado del conflicto violento y el desgaste y desnaturalización de la guerra revolucionaria, no creo que las treguas sean para el fortalecimiento de los propósitos fundantes de la toma del poder; entonces, para decretar una tregua unilateral o bilateral o multilateral no puede haber otro motivo diferente al de pensar en la paz total, y ahora desde la oportunidad de cambio y de ser de este gobierno, estoy convencido, igual que hace 34 años, y luego en 1989 durante el proceso de diálogos y concertación con el gobierno del Presidente Barco *cuando tuve la oportunidad de ser uno de los doce voceros del M-19 junto con Carlos Pizarro y la Comandancia de esa organización, de promover y defender el mandato de Jaime Bateman, al entender que la paz es posible cuando se toma la decisión correcta de pensar en el país y no en los intríngulis de intereses particulares o de la propia organización que se dice representar, por cuanto la paz y el futuro son asuntos de toda la nación y no propiedad de un grupo, por importante que crea ser con sus propuestas a veces desgastadas y pasadas de moda.

Ahora, en los albores de otra negociación y diálogos, ojalá con acuerdos cercanos a la tan esquiva, como necesaria paz, este asunto de las treguas no puede ser otra coartada desde los diferentes intereses con poder, ya sea de narcotráfico y armas, o de propuestas revolucionarias, o simplemente de control territorial y desplazamientos, enlodando el ambiente de cambio, y perdiendo así la oportunidad que el país y las condiciones de desarrollo que la sociedad la humanidad están transitando.

Enero 4 de 2023