Yurieth Maleny González González, Jhody Samantha Sánchez Vargas1, Iliana Milena Ulloa Sabogal2
1 Estudiantes de Enfermería. Escuela de Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
2 Docente. Escuela de Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.

En las últimas décadas, el uso de dispositivos electrónicos se ha convertido en una práctica cotidiana entre los niños y niñas de todo el mundo, transformando sus rutinas, sus formas de aprendizaje y relaciones sociales. En América Latina, el uso de pantallas en la infancia se ha incrementado notablemente, convirtiéndose en un tema relevante por el impacto que genera en el desarrollo infantil. Factores relacionados con el nivel socioeconómico, la educación de los padres y el acceso a recursos educativos, han sido los más estudiados, ya que influyen directamente en los patrones de exposición a dispositivos electrónicos, además, las diferencias culturales y los estilos de crianza condicionan las prácticas familiares y la forma en que los niños interactúan con la tecnología (1). De acuerdo con el estudio de Zhang et al., (2) el tiempo promedio que los niños pasan frente a las pantallas es de aproximadamente 2,77 horas diarias, superando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de un máximo de dos horas al día. Además, este estudio evidenció un incremento significativo en el uso de pantallas por parte de menores entre 6 a 18 años tras la pandemia de COVID-19, pasando de 41,3 % de niños que utilizaban pantallas por más de dos horas diarias antes de 2020, al 59,4 % después de la pandemia. Este aumento se asocia con el confinamiento, el auge de la educación virtual y el mayor acceso a dispositivos electrónicos para el entretenimiento.
La evidencia ha descrito que el uso de pantallas puede tener efectos beneficiosos como negativos, dependiendo del tiempo de exposición, el tipo de contenido y el acompañamiento de los adultos (3). Estudios han mostrado el impacto positivo de la tecnología en la educación infantil, al respecto, se ha descrito que cuando se utilizan las pantallas con fines educativos, estas pueden potenciar el desarrollo cognitivo, el lenguaje y la comprensión del entorno. En este sentido, los programas interactivos, videojuegos pedagógicos y aplicaciones diseñadas específicamente para la infancia estimulan la curiosidad, la memoria, el pensamiento lógico y las habilidades sociales, favoreciendo el aprendizaje a través del juego y la exploración. Además, su uso se asocia con mejores resultados en vocabulario, lectura, rendimiento escolar y capacidad de atención (4).
Por otra parte, el uso excesivo o sin supervisión de las pantallas puede afectar de manera significativa el desarrollo integral de los niños. En el ámbito físico, disminuye la actividad corporal, favorece el sedentarismo y aumenta el riesgo de obesidad. Además, puede alterar el patrón de sueño y generar problemas visuales debido a la exposición prolongada a la luz de los dispositivos. En el plano cognitivo y neurológico, se han observado dificultades en la atención, la memoria y el control emocional, así como un posible retraso en el desarrollo del lenguaje cuando las interacciones sociales cara a cara se reducen. Estas alteraciones también repercuten en el ámbito socioemocional, ya que la exposición digital sin control limita las experiencias de juego, exploración y contacto humano, fundamentales para el desarrollo afectivo y la socialización. La falta de interacción humana puede deteriorar la capacidad para reconocer y expresar sentimientos, incrementando la aparición de conductas impulsivas, ansiedad y depresión. En conjunto, estos factores evidencian que la exposición prolongada a las pantallas sin acompañamiento adulto puede alterar el desarrollo físico, psicológico y social de los niños. Sin embargo, cuando la tecnología se utiliza de forma moderada y con supervisión, puede convertirse en una herramienta positiva para el aprendizaje, el desarrollo de la creatividad y el fortalecimiento de habilidades digitales (3).
Los profesionales de enfermería tienen un rol fundamental en la educación sobre el uso responsable y en la prevención de la adicción de las pantallas a través de la implementación de estrategias educativas, de promoción de la salud y de apoyo emocional tanto en entornos clínicos como comunitarios. Desde la educación para la salud se puede orientar brindando información a los niños, padres y cuidadores mediante diferentes recursos educativos como actividades individuales o sesiones de grupo sobre los riesgos asociados al uso excesivo de dispositivos electrónicos, además de enseñar y promover el equilibrio adecuado entre el tiempo de pantalla y otras actividades saludables como el juego al aire libre, el ejercicio físico, la interacción social en persona, leer, cocinar en familia, excursiones al aire libre, que además promuevan la conexión interpersonal (5).
Asimismo, es indispensable ayudar a los padres y cuidadores a establecer límites y normas claras en el uso de pantallas, sobre dónde, cuándo y cuánto tiempo pueden los niños utilizar dispositivos electrónicos pues, según la Organización Mundial de la Salud, el uso de pantallas debe iniciarse después de los 2 años de edad y limitarse a menos de una hora diaria hasta la adolescencia (6). Igualmente, es primordial brindar orientación sobre la importancia de supervisar el contenido al que acceden los niños en línea, pudiendo establecer controles parentales que permitan una selección adecuada de los contenidos. Por último, es necesario trabajar en colaboración con otros profesionales de la salud, educadores, psicólogos y trabajadores sociales para abordar la adicción a las pantallas desde una perspectiva multidisciplinaria (5).
Por consiguiente, el uso pantallas en la actualidad en niños es un fenómeno preocupante para la sociedad y en especial para la salud pública de los diferentes países pues representa un desafío significativo que trae consigo consecuencias potencialmente graves para el bienestar infantil. Por lo tanto, la creación de hábitos saludables es una responsabilidad compartida entre la familia, la escuela y la sociedad. Desde el hogar se puede apoyar mediante la implementación de intervenciones educativas, informando sobre las consecuencias de esta adicción, propiciar el tener espacios libres de pantallas que promuevan la conexión personal real, el establecimiento de límites, y favoreciendo una estimulación adecuada para cada etapa del desarrollo. En el colegio, por su parte, debe promover actividades que incentiven el juego físico y utilizar las pantallas como una herramienta educativa, limitando de igual manera el uso de estas durante las clases como distracción (5,7).
Referencias
- Gago-Galvagno LG, Elgier AM, Tabullo AJ, Huaire-Inacio EJ, Herrera-Alvarez AM, Zambrano-Villalba C, et al. Use of screens, books and adults’ interactions on toddlers’ language and motor skills: A cross-cultural study among 19 Latin American countries from different SES. PLoS One. 2025;20(2):e0314569. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0314569.
- Zhang J, Zhou L, Xu L, Zhang J, Lin J, Xu M, et al. Screen time among fschool-aged children aged 6–14: a systematic review. BMC Public Health. 2023;23(1):637. https://doi.org/10.1186/s41256-023-00297-z
- Kar SS, Dube R, Goud BKM, Gibrata QS, El-Balbissi AA, Al Salim TA, et al. Impact of screen time on development of children. Children. 2025;12(10):1297. https://doi.org/10.3390/children12101297
- Anderson DR, Subrahmanyam K. Digital screen media and cognitive development. Pediatrics. 2017;140(Suppl 2):S57–S61. https://doi.org/10.1542/peds.2016-1758C
- Adell A, Domingo R, Bosque E, Ibáñez E. El papel de la enfermería en la prevención de la adicción a las pantallas en niños: una revisión exhaustiva. Revista Electrónica de PortalesMedicos.2024; 19(12): 353. Disponible en: www.revista-portalesmedicos.com/revista-medica/el-papel-de-la-enfermeria-en-la-prevencion-de-la-adiccion-a-las-pantallas-en-ninos-una-revision-exhaustiva/
- Organización Mundial de la Salud. Guidelines on physical activity, sedentary behaviour and sleep for children under 5 years of age. Ginebra: OMS; 2019. (WHO guidelines). Disponible en: https://www.who.int/publications/i/item/9789241550536
- Larrosa Expósito M. Programa de educación para la salud: Detección y prevención del uso inadecuado de pantallas en niños de entre 0 y 10 años del barrio de Can Rull [Trabajo Final de Grado]. 2021. Escuela Universitaria de Enfermería Gimbernat. Disponible en: https://eugdspace.eug.es/bitstream/handle/20.500.13002/787/PES%20Deteccion%20y%20prevencion%20del%20uso%20inadecuado%20de%20pantallas.pdf?sequence=1